Las semillas de White Widow Auto, desencadenan la legendaria genética índica White Widow, ahora en versión autofloreciente.
Su potencia de más del 22% de THC, sumada a la generosa producción y a su magnífico sabor terroso, la convierten en una planta imprescindible en el cultivo, tanto de veteranos como de inexpertos.
Las semillas de White Widow Auto, contienen toda la potencia de la legendaria White Widow Original, la planta que revolucionó los coffee shops holandeses allá por los años 90.
La unión de los mejores fenotipos con la genética Auto White Dwarf, convirtiéndola en una autofloreciente con doble de genética índica. Eso redujo los tiempos de cosecha, pero sin descuidar el sabor y la producción de cogollos nevados, grandes como abetos en una estación de esquí transalpina.
La White Widow Auto estará lista para cosechar en tan solo 10 semanas, marcando un nuevo récord en velocidad. La planta se desarrolla como un cohete, lanzando multitud de gruesas ramas laterales de las que penderán grandes flores blancas y rebosantes de resina. Es posible que la planta alcance desde 50cm a 100cm.
Esta planta tiene fuerte aroma silvestre que contrasta con su gusto terroso con toques de madera fresca. Aromas a bosque, hierbas medicinales y mimbre. Todo un icono de la cultura cannábica.
La White Widow Auto, conserva el efecto relajante de su predecesora. Fantástica para conversaciones de salón y juegos de mesa, donde podrá sentirse la generación de energía positiva. También es destacable su efecto creativo, que empuja a levantarse del sofá para explorar nuevas formas de expresión artística.
Las numerosas ramas que surgen del tallo de la planta, aseguran una buena producción de flores, oscilando entre 300-500grs/m2. Resiste bien los cambios de temperatura, las variaciones en la luz y en el riego, por lo que cabría afirmar que es una planta fácil de cultivar, tanto como para expertos como para primerizos.
El cultivo de White Widow Auto en interior, permite controlar tanto la altura como la cantidad de luz y los nutrientes que llegan hasta la planta, llegando a poder recortarse esos escasos 75 días hasta la cosecha.
En exterior, la genética índica de la planta permite un desarrollo en forma de arbusto compacto. Su facilidad de adaptarse al entorno, la convierten en una semilla fácil de cultivar en cualquier sistema de cultivo, que tendremos disponible para recoger en tan solo 10 semanas.
30% sativa – 70% índica
23%THC